Vacazul
Aquí van algunas ideas, muchas de ellas sencillas de hacer y otras que por complicadas o económicas no serán viables para muchos de nosotros, pero si podemos aportar nuestro granito de arena, nunca está de más.

1. Bombillas.
Cambiar las bombillas incandescentes por otras de bajo consumo. Son más caras pero en teoría duran hasta diez veces más y gastan entre cuatro y cinco veces menos.

2. Demasiada basura.
En la última década casi se ha duplicado la cantidad media de residuos domésticos al año. Evitando comprar productos con exceso de embalaje las bolsas de basura reducirán en gran medida parte de su sobrepeso.

3. El sol en casa.
Este punto se refiere a los últimamente conocidísimos paneles solares, en este punto no me pronuncio porque personalmente tengo mis dudas en cuanto a muchas de las obligaciones de colocar paneles solares en determinadas edificaciones.

4. Un jersey y un toldo.
En épocas de frío es más económico y energéticamente rentable ponerse un jersey antes de subir la calefacción, y en épocas de mucho calor colocar toldos en las ventanas para mitigar la incidencia de sol y evitar tener que encender el aire acondicionado.

5. Desechos tecnológicos.
Los aparatos electrónicos contienen sustancias peligrosas, por lo que estos residuos no deben ser tirados a la basura convencional sino llevados a un punto limpio, también evitar cambiar de aparato si no es necesario.

6. Grifos en buen estado.
Controlar que los grifos no goteen, es una pérdida grande e innecesaria de un bien natural. Para edificios públicos convendría el planteamiento de determinados difusores de caudal que reducen los consumos sin mermar la confortabilidad del usuario.

7. Vigilar las facturas.
Controlar las facturas nos ayudará a controlar el consumo, si conseguimos incluso reducirlo será doblemente favorable, para el medio ambiente y para nuestros bolsillos.

8. Muebles duraderos.
Como forofa del ikea la verdad es que esta opción lo siento mucho pero tengo claro que no voy a seguirla, primero por economía y segundo por gusto estético, pero lo cierto es que no me planteo que mis muebles vayan a durar tan solo un par de años, luego todo depende del uso que les demos y el cuidado que tengamos con ellos.

9. Gota a gota.
Esto va para aquellos que tienen jardines. El riego por goteo y la elaboración de su propio abono con restos orgánicos es algo beneficioso para reducir el gasto de agua y no contaminar el medio ambiente con fertilizantes químicos.

10. Cartas sin papel.
Soy una gran defensora del papel y lo cierto es que no concibo un mundo sin él y sin su textura deslizándose en mis manos, pero hay ciertos gastos de papel que son sencillamente innecesarios, por ejemplo facturas y extractos mensuales bancarios que bien pueden enviarse por correo electrónico (y por favor que alguien se lo diga a mi banco que yo ya lo he hecho en variadas ocasiones y no hay manera de que dejen de enviarmelo en papel, todo por cobrar unos centimos más al més en envio de facturas... ¡ridículo!).

11. Conducir menos.
En este mundo en que el coche se ha convertido en una gran problemática deberíamos replantearnos otros medios de desplazamiento. En mi caso no me gusta conducir así que siempre que puedo evitarlo prefiero recurrir a transporte público, pero hay muchas personas que utilizan el coche incluso para ir a comprar el pan, en el fondo no cuesta nada un paseito a pie y en épocas de buen tiempo un paseo en bici

12. Eco-coches.
Esto para quien se lo pueda permitir, personalmente no puedo permitirme ni la compra de un coche sin más, así que como para plantearme coches más caros, pero en este mercado se está avanzando bastanto en coches que consumen menos, y modelos híbridos. En www.idae.com teneis una base de datos con el consumo de cada modelo de coche, algo a consultar antes de comprar un coche ya que también beneficiará a nuestro bolsillo.

13. Ciudad mediterránea.
No sé que tiene que ver esto con el medio ambiente, pero en la medida de lo social y arquitectónico estoy completamente de acuerdo, siempre que sea posible es mejor vivir en el centro en edificios más antiguos que nos permiten más interrelacción con la ciudad y nos evitan el exceso de construcción innecesaria (algo que si se hubiesen planteado antes no estaríamos en la situación constructiva tan penosa en que nos encontramos).

14. Más zonas verdes.
Las zonas verdes son imprescindibles en cualquier ciudad, pequeños pulmones que nos permiten respirar y darle mayor calidad a nuestro aire. Esto no solo ayuda al aire sino que los espacios más abiertos reducen los niveles de estrés y depresión de sus vecinos. El uso de plantas autóctonas requieren menor riego.

15. Menos ruidosos.
También la reducción de ruido conlleva una reducción de estres y un aumento en la calidad de vida. El silencio es algo muy valioso, que tristemente está subestimado por la sociedad, pero es algo que no solo beneficia a la salud de las personas sino a la del propio planeta.

16. Ocio sin consumo.
Algo dificil hoy en día que parece que no puedes hacer nada sin pagarlo, y mira que me he molestado en buscar opciones, pero tristemente cada día existen menos, esta es una de las pocas ventajas que tienen las grandes ciudades, que poseen diversos tipos de ocio en los que no es necesario un gasto, frente a las pequeñas ciudades en que esos casos se convierten en puntuales y anecdóticos.

17. Más bicicletas.
Moverse en bicicleta es algo sano para las personas y el planeta, ya que no emiten el más mínimo contaminante. Cada día se imponen más en todas las ciudades el uso del carril bici lo que es favorecedor.

18. Escapes.
Avisar de averías en cuanto se detecte cualquier tipo de escape en las redes de distribución.

19. El brillo de las estrellas.
Algo que adoro de estar en mi pueblo es poder salir a la entrada de la casa de mis abuelos y mirar el cielo, que la oscuridad te envuelva y allá en lo alto puedas ver brillar pequeños diamantes que parecen mirarte y sonreirte. En las ciudades es algo que hace tiempo que se ha perdido, está claro que en ellas no nos podemos quedar a oscuras, sobre todo por seguridad, pero los Ayuntamientos deberían tratar de que la iluminación de sus calles sea eficiente y de bajo consumo, de modo que no se despilfarre luz hacia el cielo que además contamine las estrellas.

20. Más participativos.
Está claro que a todos nos cuesta movernos, y yo soy la primera que me incluyo en el saco de los perezosos, pero si no nos movemos nosotros el planeta no puede hacerlo y lamentablemente nadie escuchó a los sabios indios.

21. Las bolsas de la compra.
Ahora parece que ese es el problema sumo, cuando en realidad creo que es más una estrategia de ahorro de los supermercados que otra cosa, ya que las bolsas que nos llevamos de la tienda no las tiramos sin usar sino que la mayor parte de la población las utilizamos como bolsas de basura, es decir que las reutilizamos para un fin. Aunque también es cierto que es exagerado el número de bolsas que circulan por el mundo y que no todas las personas son tan responsables con su uso. La reutilización de bolsas o el uso de carritos o cestas reducirían con mucho la producción de plástico.
Aunque personalmente creo que es mayor el gasto de plástico que se hace en embalajes individuales innecesarios, pero eso ya es un punto que ya hemos tratado.

22. Apuesta por lo ecológico.
El asunto de los alimentos ecológicos es otro tema candente, lo dejo en el aire.

23. Reciclaje de vidrio.
Si un mismo producto se puede encontrar en varios tipos de envase el de más sencillo y productivo reciclaje es sin duda el vidrio.

24. Pezqueñines, no gracias... hay que dejarlos crecer.

25. Menor consumo de carne.
Este es un asunto de cadena alimenticia, lo que consume más recursos es sin duda la carne, puesto que el animal que comemos para llegar a ese punto ha debido consumir una gran cantidad de litros de agua y kilos de cereales para alimentarse, así que si consumimos menos carne reduciremos el gasto de todo lo que deriva.

26. Productos locales.
Si se consumen más productos locales que extranjeros el desplazamiento requerido será menor por lo que el gasto energético también será menor.

27. Agua del grifo.
Agua embotellada frente al corriente agua del grifo. Hace años todo el mundo bebía agua del grifo y no pasaba nada, ahora la calidad del agua ha empeorado lo que ha conllevado a un mayor consumo de agua embotellada, pero ¿no es más facil comprar una "brita" y purificar el agua del grifo? desde luego si que es más económico y reduce gastos en energía y creación del plástico del envase del agua embotellada.

28. Sin bandeja.
Este punto ya se ha tocado en dos anteriores de forma más profunda o menos, pero aquí concretamos más. Si se consumen alimentos a granel se reducirán envoltorios innecesarios.

29. Transgénicos.
No ando muy puesta en este tipo de alimentos, pero personalmente no me sugieren mucha confianza.

30. El pequeño comercio.
Como ya decía hay gente que va en coche hasta a comprar el pan, cuando es más facil ir al pie a un pequeño comercio del barrio a comprarlo, lo que apoya tanto a la ciudad como a la reducción de gasto energético.

31. Menos consumo, más sobriedad.
Pues lo dicho, hace años se vivía con muy poco, menos de lo necesario, pero actualmente la sociedad consumista en que vivimos se dedica a comprar cosas que no son necesarias y acaban cogiendo polvo en el fondo del armario. Alejarnos del consumismo en que quiere sumirnos esta sociedad nos lleva a darle un descanso a nuestro bolsillo y a hacerle un favor al planeta y reducir un poco el malgasto de sus recursos.

32. Tirar solo lo debido.
Hay muchas cosas que antes de tirarlas se pueden reutilizar y muchas cosas que podemos evitar comprar si reutilizamos otra que ya tenemos, así que debemos pensarlo bien antes de tirar algo.

33. Muerte a la "fast-fashion"
La ropa no dura solo una temporada, quitarnos la idea de la cabeza de que una prenda está pasada de moda es lo mejor que podemos hacer, como tantas veces he repetido ya, por nuestro bolsillo y por no malgastar recursos innecesariamente.

34. Más madera sostenible.
La madera certificada con el sello FSC aseguran que el producto procede de una explotación sostenible.
35. Comercio justo.
Acudir a las tiendas de comercio justo.

36. Papel reciclado.
En la papelería, comprad carpetas, libretas, cuadernos, folios... elaborados con papel reciclado y sin blanquear con cloro.

37. Bancos con iniciativa.
Acudir a aquellos bancos que invierten parte de sus beneficios en promover iniciativas sociales y ambientales.

38. La dignidad del trabajo.
Evitar los productos hechos en fábricas de países donde no tenga claro que respetan a los trabajadores.

39. Juguetes y tiempo.
A un niño no se le educa con juguetes sino con atención, en el fondo un niño puede hacer de una caja de cartón el juguete más creativo del mundo, pero el tiempo con sus padres y su atención es el verdadero tesoro.

40. Estar siempre informado.
Mantenerse actualizado mediante prensa y otros medios de lo que sucede en el mundo.

41. Plante un árbol.
... escriba un libro, tenga un hijo... Un solo árbol absorve una tonelada de dióxido de carbono a lo largo de su vida.

42. Cuidado con el fuego.
Los bosques son los pulmones del planeta y siempre que estemos en ellos hemos de cuidarlos con cuidado. La media de la superficie calcinada en incendios tiene un elevado porcentaje en que la mano del hombre ha sido la culpable, si acabamos con nuestros árboles, acabaremos con el planeta y por consiguiente con nosotros mismos.

43. Sin motores.
En zonas rurales y parajes naturales intentar usar lo menor posible los vehículos de motor, rompen la calma que esos lugares tanto necesitan, ahuyentan a los animales y erosionan gravemente el suelo.

44. Mejor rehabilitar.
Siempre es mejor rehabilitar una casa ya construida que hacer una nueva, por un lado desde un punto de vista de mantenimiento de nuestra herencia cultural y arquitectónica y por otro, porque así evitaremos destruir otra parcela de tierra que puede quedar intacta.

45. Denunciar los atentados contra el medio ambiente.
Tales como instalaciones que contaminen un río, quema de rastrojos, vertederos incontrolados, uso de venenos, alambradas ilegales, proyectos urbanísticos ilegales que solo buscan el enriquecimiento rápido de unos pocos a costa de maltratar el paisaje natural.

46. Menos exploradores.
Respetar las normas de cada espacio natural en lo relativo a zonas de acampada y escalada, moverse solo por las rutas habilitadas.

47. Turismo rural
Es una magnífica manera de contribuir a las modestas economías de la gente del campo y ayudar a fijar población en pequeños pueblos.

48. Fotografíar en vez de correr carreras.
Una forma maravillosa de contactar con la naturaleza es fotografiarla, una afición entretenida y con mucho menos impacto que meter ruido con un quad.

49. Cogiendo setas.
Para recoger setas no hay que arrancarlas, sino cortarlas con una navaja por el tronco, también es mejor llevar una cesta en lugar de una bolsa de plástico para permitir que las esporas vayan desperdigándose.

50. Aprender de la naturaleza.
Hay montones de libros que nos enseñan acerca de ella, los nombres de aves, árboles, plantas, insectos, etc.

Fuente: El País Semanal
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